Agüero ha demostrado su amor al Atlético. Ha renovado por dos años más, cuando acababa contrato el próximo 30 de junio y ahora mismo ya podía estar negociando con posibles compradores, incluido el Real Madrid, que le hacen ofertas mareantes, sin que la entidad colchonera viera un euro a cambio. Mucho se habla del interés de Florentino Pérez. Es lógico. Los mejores siempre tienen a infinidad de pretendientes. Al final no sé lo que pasará, pero la mejor respuesta de Cerezo y Gil Marín no es monetaria. El Kun tiene hambre de victorias y títulos. Hay que hacer un equipo que gire sobre las genialidades del argentino, y no como hasta ahora que un año sí y otro también le traen unas bacaladas que aburren al personal. Traer a un centrocampista de categoría sería el mejor aval que tendría para seguir en el Calderón y evitar que la afición termine por explotar. Es el único icono que les alimenta su ilusión.
Es fundamental que el Consejo atlético se aclare sobre el camino a seguir. Es una pena que en poco más de seis meses se dilapiden los dos títulos de la pasada campaña. Los errores se acumulan y se sigue mirando hacia otro lado. La política deportiva ha sido penosa y nadie asume su responsabilidad. La salida del Kun y Forlán puede provocar que la revolución estalle en la entidad a los más altos niveles.