El diseño maltrata a la camiseta
Aprovecho este homenaje a la rojiblanca para lanzar un grito de socorro en representación de quien, por ser un trozo de tela con corazón pero sin boca, no puede hablar: ¡Respeto, por favor, respeto! Y no, no es este un llamamiento al compromiso de los jugadores ni una crítica ladina al merecimiento de los mismos para lucir la sagrada tela. Seamos serios, durante cien años la han vestido buenos y malos, fieles y mercenarios, atléticos y madridistas y hasta el Pato Sosa, que no puede ser encuadrado en ninguna categoría conocida por el hombre.
No. Mi desesperación (al borde de tornarse ira) va dirigida hacia esos creativos diseñadores que dudo que sepan algo de estilo y aseguro que no tienen ni idea del Atleti. Cada año se maltrata sin rubor la camiseta en aras del márketing. Un año el rojo es casi rosa; otro, le quitan dos rayas o se las suman; al siguiente dan más protagonismo al blanco (¡al blanco!) que al rojo y así. La del curso que viene hasta marea, con esas rayas de dos grosores formando un triángulo alucinógeno. Si le dan esa camiseta a Griffa o a Arteche, montan la Marimorena. Ya no quedan clásicos.