A muchos nos duele el Atlético
Señor Sánchez Flores, pidió usted una defensa nueva y se la compraron. Sin embargo deja a Godín, Filipe y su punching ball favorito, Domínguez, en el banquillo para castigarnos con la misma zaga circense de siempre, sólo faltaba Pablo. Y sé que las opciones escasean en el medio, pero seguir castigando al mundo con Raúl García no es justificable. Sea valiente por una vez, ponga a Mérida o a Koke, intente algo que pueda evitar la mediocridad, lo que sea. Pero nada. Y así estamos. Si no da un volantazo, sus trabajados mensajes en rueda de prensa ya no cuelan.
Y ahora usted, señor Pitarch. Con esos viajecitos a Brasil de los que no sale nada bueno. Para el Atleti, digo. Para usted, como poco, unas caipirinhas y disfrutar unos días de un país fabuloso. Pensé que, tras tantos desastres, ya no podría planificar peor, que era imposible, pero este año se ha superado. Es usted un artista. Y no mire hacia otro lado, señor Gil Marín, que aseguró pasar el testigo deportivo a Cerezo, pero no lo ha hecho; que ha mantenido contra viento y marea al peor director deportivo jamás visto; que mueve todos los hilos. Señores, esta semana ha sido un suplicio para todos a los que nos duele el Atleti. Somos cientos de miles. ¿Están ustedes entre ellos?