Otra mala señal para la escudería Hispania

No dispongo de datos suficientes para afirmar con rotundidad quién tiene razón en el conflicto que se ha destapado entre Hispania y la FOTA. Pero mucho me temo que es la Asociación de Equipos de la F-1 la que más me convence, basándome simplemente en los antecedentes de la escudería española. Por desgracia, la situación de Hispania sigue siendo muy precaria en términos financieros; su primera temporada en los grandes premios ha supuesto un roto importante en el patrimonio de su propietario, han sufrido el incumplimiento de pagos significativos para sus arcas (incluyendo de los pilotos) y de momento tampoco Juan Villalonga, que llegó al accionariado como el salvador todopoderoso, ha demostrado la eficacia de sus gestiones.

Con ese panorama, la verdad, pues no me sorprende que en la FOTA digan que el equipo sale de su organización por falta de pago. Me gustaría que fuera de otra forma, pero si hablamos de dinero me merece más crédito Martin Whitmarsh que Colin Kolles, qué quieren que les diga Pero más allá de este conflicto puntual, lo realmente preocupante es que se trata de otro síntoma del delicado estado de salud de la primera escudería española en la Fórmula 1. Y la verdad es que sería una lástima que el proyecto acabara esfumándose como el humo en el horizonte, aunque la realidad es que el asunto tiene muy mala pinta.