La culpa no fue de Benzema

Una asistencia, tres buenas conducciones en contragolpes, otro par de pases a compañeros con posibilidad de gol y una pifia de remate porque el balón se le quedó atrás. Puede que sea poco bagaje para 37 minutos, pero si lo comparamos con lo que hizo Kaká, parece una enormidad. Me refiero a Benzema, el jugador que está utilizando Mourinho para darle patadas en el trasero a la directiva en su guerra por conseguir un delantero. Ayer tocaba usarle con una extraña suplencia. Salió mal la jugada.

Si alguien sabe que Kaká no está para jugar de inicio es Mourinho. ¿Qué motivó su titularidad? Mostrar las carencias del equipo en ataque, tensar la cuerda, no dar su brazo a torcer en la posibilidad de utilizar a Cristiano de nueve. No le hizo ningún favor a Kaká, ni al equipo, ni a Benzema. Aunque puede que logre su objetivo porque el empate ante el colista hará saltar las alarmas en los despachos. Y porque no pueden estar así otros cuatro meses, discutiendo en los medios. La situación llega a ser tan absurda que Van Nistelrooy, regalado hace un año, se ha convertido en una especie de salvador. Hasta Jorge Valdano, parlanchín tras el derbi, no encontraba las palabras adecuadas. Normal.