Un viejo conocido en Chapín

Armenteros vuelve a la que fue su casa y lo hace como pichichi rayista y una de las referencias del equipo de Sandoval. Su juego vertical y directo hace de él un futbolista imprevisible y desequilibrante. Salió de la cantera del Banfield argentino. Con 17 años se ganó el puesto como titular indiscutible y su gran proyección le valió su traspaso por casi un millón de euros a Independiente en 2005, donde brilló dos temporadas. Fue clave en la Argentina que ganó el Mundial Sub-20 (2005) y donde coincidió con Gago, Garay, Messi y Agüero.

En 2007 dio el salto a Europa cedido en el filial del Sevilla, que jugaba en Segunda. Sus actuaciones le valieron para que el club hispalense ejerciera una opción de compra por dos millones de euros. Subió al primer equipo en 2008, pero su presencia se limitó a seis partidos y un gol. Entonces, decidió marcharse al Xerez, recién ascendido a Primera. No tuvo una buena campaña, pero fue el autor del primer gol del club en la máxima categoría. Este verano llegó cedido a Vallecas. Allí, ha destapado su desconocida faceta goleadora con once tantos y ante la Ponfe firmó el primer hat-trick de su carrera. Este año, incluso ha marcado un gol olímpico.