Dos historias de película
Tom Brady, el guaperas casado con Gisele Bundchen, con tres títulos en el zurrón y que este año ha dado un paso gigantesco para ganar la discusión que divide a la NFL hace 10 años: ¿Quién es el mejor QB de su generación, él o Peyton Manning? (mi voto es para él). Tan perfecto que ha alcanzado el nivel George Clooney: las chicas suspiran a su paso y los tíos, que deberíamos odiarle, no podemos evitar que nos caiga de cine. Pero antes fue un don Nadie, 199 del draft, abocado a la mediocridad. Ja. El sueño americano con casco.
Michael Vick, hijo de adolescentes, criado en las calles de un guetto, el deportista más odiado del país tras 21 meses en la cárcel por organizar peleas de perros. Empezó el curso como suplente, nadie esperaba su resurrección y pocos la querían, pero... Hoy es un modelo de reinserción y el jugador más excitante de la liga, como cuando fue elegido primero en el draft de 2001. Ascensión, caída y perdón. ¡Qué dos películas tiene Hollywood (una de Disney y otra de Spike Lee) a tiro! ¡Qué Superbowl si llegaran ambos! El guión sería perfecto.