Hay que comenzar a personalizar la última serie de los Barcelona-Madrid en el nombre de los entrenadores más que en los equipos. Porque desde que llegó Messina al Madrid no se ha conocido un parcial tan contundente: 9-1. Esto dice mucho en favor de Xavi Pascual y muy poco a favor de Messina, el técnico que está tirando todo su prestigio en el Madrid. El pasado año era que no había habido tiempo para formar una mejor plantilla; en la Supercopa que abrió esta temporada, que el equipo no estaba conjuntado después de las nuevas incorporaciones. Pues llegó ayer el partido para saber si Messina iba cogiendo el aire al Barcelona con un equipo mejor que el pasado, y lo que vimos fue más de lo mismo. O no, incluso fue peor.

El Madrid perdió por 20 puntos de diferencia cuando la media con Messina estaba en 11. Encajó 95 puntos cuando el tope hasta ayer estaba en 89. Y un dato más que socava el crédito del equipo: donde el Madrid ofrecía mayor resistencia al Barcelona era curiosamente en el Palau. Allí Messina planteaba bien los encuentros y al Barcelona le costaba ganar. Incluso perdió el único partido y los otros dos los ganó con dificultad: 68-61 y 78-73. Ayer, en cambio, el Madrid fue barrido con dos salidas en tromba del Barcelona: 7-0 en 2:20 minutos del primer tiempo y 8-1 en 1:50 del segundo. Y a partir de entonces, a remar. Consuelo madridista: que el partido no valía para nada. Pero sin orgullo no se va a ningún lado. Todo lo contrario que muestran Navarro y compañía.