Ya casi nadie discute al Pipita. Al fin se le da la importancia que merece. Todas las lesiones son inoportunas, pero a veces la ausencia que provocan convierten al ausente en un futbolista aún más necesario. Eso ha sucedido con Gonzalo Higuaín. En el Real Madrid todo gira en torno a la recuperación del internacional argentino. La polémica que ha suscitado su baja, abriendo el debate sobre la necesidad de fichar a un delantero en el mercado de enero, fue abierta por José Mourinho. El entrenador ya había avisado de que la ausencia de Higuaín le dejaría sin delanteros. Y sucedió.

El club se ha volcado en buscar la mejor solución a su lesión. Jorge Valdano ha dado un máster en hernias de disco y junto al propio Higuaín y su padre se han decantado por un tratamiento conservador tras repasar el caso de Cazorla, por ejemplo, que se perdió el Mundial por decidirse por la opción quirúrgica. El Pipita lo ha pasado mal. Ya se siente mejor y espera regatear al quirófano y regresar a finales de enero. Una operación no garantiza nada y su evolución parece buena. Higuaín es necesario para el Real Madrid. Al fin se le valora.