Se siguen escapando las gallinas
El club prohibió entrevistas a los jugadores, por orden presidencial, asesorado por la dirección de comunicación y con el fin de minimizar riesgos de declaraciones incontroladas (imposible controlar a quien quiere hablar). Un día después de dicha orden, Bruno se la saltó a la torera. ¿No lo sabía? ¿No se lo dijeron los capitanes? Por lo que sé, el club se lo trasladó a los capitanes, para que se lo dijeran a todos. Parece ser que no se lo dijeron a todos a tiempo. Al menos a Bruno parece que no. ¿O se lo dijeron y se lo pasó por el arco del triunfo? El caso es que Bruno cometió dos imprudencias: no hacer caso a la orden del club y una más grave, criticar una orden directa de quien le paga. En una emisora catalana dijo que no estaba de acuerdo con que no le dejaran jugar el amistoso de Navidad. Aduriz fue correcto y dijo que acataba la orden aunque le hacía ilusión jugar con Euskadi.
L a pregunta es: ¿Por qué se siguen atreviendo jugadores a tirarle pulsos al entrenador y al club? Mi respuesta: porque no tienen temor a las consecuencias. Las gallinas se siguen escapando. Si Bruno, que es un soldado raso, también se atreve es que el listón de la autoridad está muy bajo. Aplaudo y defiendo que Llorente haya prohibido que jueguen en Navidad. Ni Euskadi, ni Cataluña le pagan a Aduriz o Bruno y si se lesionan el marrón es para el VCF y no está el horno para bollos, ni la caja para gastos. Así que silencio y a currar para quien paga. O si no, que Bruno fiche por Cataluña, pero toda la temporada.