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El desastre de gestión fue ¡¡¡fortuito!!!

No me lo creía ayer cuando Alemán me lo dijo. La tipificación jurídica de la suspensión de pagos del Levante UD ha sido calificada como 'fortuita' por Andreu, Durán y Aparicio (Administradores Concursales). Fortuita significa 'que sucede casualmente, sin esperarlo'. Algo así como que la negligente gestión que llevó a acumular una deuda de 91 millones y ser intervenido judicialmente pasó por casualidad. Sin darse cuenta tomaron unas decisiones, que han arrastrado al club al borde de la desaparición si no es por una Ley proteccionista con el infractor (Villarroel y su Consejo connivente) y castigadora con el perjudicado: todos los proveedores a quienes se les debe dinero y ahora se ven obligados a cobrar la mitad en un periodo de cinco años.

Mientras, esos proveedores observan cómo se le pagan primas extras a los jugadores por ascender. Y ven cómo los administradores, por un pacto con el infractor, califican el concurso de 'fortuito' para evitarle responsabilidades jurídicas a Villarroel a cambio de que cediera las acciones para salvar al Levante, con dinero avalado por los impuestos de todos los valencianos (como el VCF, pero 20 veces menos). Villarroel, como muchos empresarios (reconociéndole que ha perdido todo lo que puso en el club y lo que le costaron las acciones, que es mucho) tendría que haber apechugado con el resultado de 'su' gestión en su empresa (club). Pero con el derecho de pernada de los clubes de fútbol se le ha 'salvado'. Ganan los malos. El mensaje a la sociedad es vergonzante.