Carmelo es un jugador importante
El Sporting tiene mañana un partido demasiado especial. Después de cuatro derrotas consecutivas, que llevaron al equipo a descenso, se las verá con un Levante en su mejor momento. Preciado lleva muchas teclas tocadas, porque algunos de sus jugadores no están a tono. La defensa tiene una fragilidad que el año pasado no conocía, el centro del campo sigue sin alguien que aporte ideas ofensivas y los goleadores llevan una racha de la más negativa que se recuerda. Con un rendimiento notable, el equipo gijonés estaría en una zona desahogada.
Dada la situación, aprovechar a los que mejor están es una evidencia. Desde la pretemporada, tras un año acosado por las lesiones, Carmelo, uno de los virtuosos, demostró haber recuperado su mejor forma, aunque las variantes en el dibujo táctico y los cromos repetidos en la plantilla para varias posiciones lo relegan al banquillo o a la banda. Los estilos de juego deberían adaptarse a la plantilla. En este momento, tal y como están las cosas, prescindir de Carmelo parece un lujo. Con Diego Castro no existen dudas sobre su titularidad. Poner a los mejores, y en su sitio, es más garantía para ganar.