Ganar: la consigna de la semana
Después de la última racha de resultados, con cuatro derrotas consecutivas y una situación preocupante, el Sporting está obligado a ganar al Levante. El partido no es una final, porque su resultado no tendrá un efecto decisorio, pero verse en posiciones de descenso suele provocar un nerviosismo que suele guiar a malos destinos. El equipo de Preciado tiene mejor calidad que la que indica la clasificación, pero la realidad es la que indica la tabla, en la que los rojiblancos están situados en el penúltimo puesto, que es de descenso. Ganar es obligatorio para no verse descolgado, en una época en la que los que tienen más fortuna o la buscan con mejor sentido se encuentran en una situación menos comprometida, aunque no estén libres de volver a meterse en la zona de riesgo.
Uno de los principales problemas del Sporting es de rendimiento individual, sin que el técnico haya dado con la tecla correcta para sentar a los que están en una línea por debajo de sus posibilidades y que el año pasado era mejor. Otro es la falta de gol. Los delanteros, encargados de marcarlos, se quejan mucho de los errores defensivos, pero echan balones fuera a la hora de asumir culpas y, lo que es peor, a la hora de ver portería. Todo esto lleva a poner al míster en una situación de dudas, aunque es sabido que cuando hay una sustitución en el banquillo es porque las cosas marchan mal. El Sporting con Preciado está a tiempo de enmendar la trayectoria. El primer paso es ganar al Levante, un rival demasiado directo como para volver a tropezar. Esa debe ser la consigna de la semana.