Dani Pedrosa ha terminado subcampeón del mundo de MotoGP en 2010. Así que le vuelve a quedar un mínimo margen de mejora para la próxima temporada, es evidente... El catalán persigue desde su llegada a la categoría ese sueño que se llama título mundial y en el que Jorge Lorenzo le ha hecho un 'por fuera' en toda regla y que quizá ni el propio catalán esperaba. En 2011 volverá a tener una oportunidad para alcanzarlo, aunque ya no sea con el aliciente añadido de inaugurar el palmarés español en esta categoría, y debe de aprovecharla por todos los medios. El deporte es tan cruel, tan exigente, que el crédito de un piloto llega a agotarse en un pestañeo.

Será la próxima una temporada decisiva para Pedrosa. Tendrá que demostrar que él es también capaz de ser campeón, que puede ganar al nuevo número uno de la clase reina y, además, salir indemne de las inevitables comparaciones con Casey Stoner. Nada menos que otro campeón del mundo a su lado, un piloto que necesita igualmente revindicarse y que busca en Honda la consistencia que le ha faltado en los dos últimos años en Ducati. Seguro que Dani estará luchando por el título, pero mucho me temo que eso empieza ya a ser insuficiente: él quiere ganarlo y está en la encrucijada de tener que hacerlo. Todo lo demás supondrá una decepción.