Esta es una situación preocupante
La derrota de Pamplona dejó tocado al Sporting. Aunque desde el vestuario se intenten buscar justificaciones y se busquen argumentos que permitan encontrar una explicación a lo ocurrido, la realidad es que se inicio con mal pie la llamada otra Liga, en la que los rojiblancos luchan contra rivales que comparten el objetivo de la permanencia. El equipo de Preciado está perdiendo demasiadas oportunidades. No haber ganado en Zaragoza, un partido que estaba encauzado, haberse limitado a empatar en Almería, contra un rival inferior o perder en Pamplona, contra uno de los peores Osasuna de los últimos años, son demasiadas concesiones. Además, ya empezamos con la cantinela de que no se dramatice, pese a que se ve venir un panorama poco halagüeño.
Vista la trayectoria del Sporting en las doce jornadas iniciales, ganar a la Real el domingo se convierte en una prioridad, para evitar que el nerviosismo aumente. El equipo de Preciado ofrece detalles, que son los argumentos de los técnicos para pensar en que esta situación es mejorable. Por juego, aparenta ser mejor que sus rivales directos, pero la falta de eficacia y la candidez defensiva son alarmantes. Los estudios de las estrategias, con inventos cinematrográficos, dan mal resultado. Que un córner a favor se convierta en un gol en contra debe servir para dar un tirón de orejas a los malos alumnos o a un profesorado que no da la talla. En este aspecto, el responsable de buscar una solución es Preciado. Y si el colaborador elegido falla, hay que relevarlo.