Dos festejos en los superclásicos

Historia. Argentina le ganó a Brasil después de cinco años con un gol de Messi en el descuento. En el primer partido con Sergio Batista como entrenador oficial, Leo destrabó el gran clásico mundial con una carrera y definición que los argentinos le piden que haga en su Selección y no sólo en el Barcelona. Ahí la tienen: en celeste y blanco y contra el gran rival.

Morbo. En la Argentina, igual, todavía se habla del superclásico que se definió por un gran cabezazo de Maidana, un ex Boca que hizo delirar a 55.000 hinchas de River en un Monumental eufórico. Ya sin Cappa, Juan José López le impregnó fuego sagrado y orden a un equipo que venía desalmado y anárquico.

Adiós. El 1-0 profundizó la crisis en Boca. Como Miguel Brindisi hace cinco años, Claudio Borghi dejó de ser el entrenador tras una caída con River. Riquelme pidió el cambio a los ocho minutos, pero jugó (en realidad estuvo parado en la cancha) todo el primer tiempo. Julio Falcioni, hoy en Banfield, es el candidato para dirigir el equipo en 2011.

Una receta que es ley. "Los clásicos se ganan", reza un tradicional dicho futbolero que es casi ley en la patria futbolera argentina. Hay parte de razón y mucho de peligro. Argentina le ganó a Brasil y River venció a Boca en dos partidos que fueron poco vistosos. Sólo pensar en ganar te puede llevar a perder muy fácil.