Una valiosa noche de sufrimiento

Triunfo importantísimo para el Real Madrid, no sólo porque es vital adjudicarse los partidos de casa en la Euroliga sino por la experiencia adquirida por su joven plantilla. Para un equipo en formación el sufrimiento es a veces más rentable que la sonrisa. Una victoria con sudor, tensión y esfuerzo límite enseña más que un éxito sencillo. El campeón alemán, Brose Bamberg, no tiene mucho pedigrí internacional, pero es sin duda un auténtico equipazo, perfectamente dirigido por un técnico americano afincado desde hace más de una década en territorio germano como es Chris Fleming. El Brose dio una lección de comportamiento, actuando con gran disciplina, concentración y magnífica circulación de balón, poniendo siempre en aprietos a la defensa blanca. Superar tantas dificultades como encontró en el partido de ayer habla mucho en favor de los jugadores madridistas, que mantienen su progresión, ratifican coraje y demuestran que saben sufrir en la cancha.

Al contrario que el año pasado, en que el Madrid empezó bien y acabó fatal, parece que esta temporada seguirá el camino inverso, de menos a más. Por supuesto hay factores que mejorar, entre ellos evitar la dispersión de Sergio Llull, que puede terminar por no ser ni base ni escolta. El retorno de Prigioni puede evitar este problema y la consolidación de D'or Fischer también puede dar algo más de solidez por dentro. Al margen de la actualidad, para el Madrid también es importante que aparecen valores con futuro, como son Mirotic, Dani Díez y Jefferson Froehlich.