Aparte de este servidor, en mi familia tengo seis fieles abonados al baloncesto. Llevan diez años estando a las duras y a las maduras. Tras recibir de ellos varias quejas desde que empezó el curso, el domingo me telefoneó mi hermana Amparo desde el Madrid Arena: "Tomás, esto es otra cosa. Aquí la Fila 5 sí que es Fila 5. Estamos cerca de la cancha y se ve perfecto. La gente anima y los jugadores sienten el calor del público. Los accesos son perfectos. ¿No se puede evitar que volvamos a la Caja Mágica?". Hablé después con mi sobrino Gonzalo, mis primos Jaro y Pepe y el consuegro Mariano. Todos ratificaron la versión de mi hermanita. "Aquí sí se justifican los 500 euros que pagamos del abono anual. Lo de los palcos VIP de la Caja Mágica nos tiene chafados a todos...".

El problema es que este jueves se vuelve a la cruda realidad. Caja Mágica sólo en el apellido. Pediría a Juan Carlos Sánchez que anotase las quejas de los 5.000 abonados. En el Arena pagarían más dinero si fuese preciso. O sugiero otra solución: pongan los boxes VIP como en el Bernabéu. Más arriba. Lo de ahora no tiene ni un pase...