El problema viene desde el principio
Es el mundo al revés. Es algo surrealista: que un campo con apenas cuatro años de vida y en este vergel que es la rica huerta murciana, se convierta en tema de debate cada vez que se programe un partido de primer nivel. Es el maleficio que le persigue tras la grave lesión de Maxi Rodríguez en aquel inaugural España-Argentina y al que los Samper han sido incapaces de dar respuesta en estos cuatro años. Mañana lo sufrirá el Madrid, pero en todo este tiempo los que lo padecen son los futbolistas granas. Un campo que visualmente parece en buen estado, pero que se deconstruye como una creación de Adriá cada vez que hay un sprint. Un césped que se intenta apañar a base de arena hasta convertirlo en una extensión urbana de las playas del Mar Menor. Pero mucho me temo que pasará la visita del Madrid y todo quedará igual..
Que si el verano es durísimo, que si las temperaturas... y así hasta la siguiente. Detrás de todo está el poco interés que se tomó a la hora de elegir bien la empresa de la instalación del verde y luego, vista la ruina, el nulo interés para obligarles a deshacer el entuerto. Eran días en los que lo capital era el pelotazo económico que rodeó al estadio y lo de menos el fútbol. De otra forma no se entiende. El tema viene de la raíz y me temo que aquí nadie lo arreglará.