Hay más estrellas que equipo

El nuevo entrenador del Milán, Allegri, que nunca se ha sentado en el banquillo del Bernabéu, se presentó ayer diciendo que su equipo tiene que disputar un partido perfecto. Estas palabras esconden una incómoda verdad: el Milán de hoy está pasando un muy buen momento porque llega después de tres victorias consecutivas en la liga, tiene cinco puntos más que el año pasado y nuevas ambiciones para conquistar el título.

Pero muchas veces los números no explican todo en el fútbol. Este Milán, con muchas estrellas por delante, no tiene equilibrio porque los tres de arriba, Pato, Ibrahimovic y Ronaldinho, que ahora juega detrás de ellos, nunca ayudan a los centrocampistas. Gattuso, que ha vuelto a su mejor nivel, es el único luchador entre el cerebro Pirlo y el más ofensivo Seedorf. No es casual que el Milán haya encontrado más dificultades en los partidos de fuera, donde sólo ha ganado una vez (1-0 en Parma) en cuatro encuentros disputados entre liga y Champions. El desafío de esta noche es un examen importante, no sólo para el futuro europeo del Milán, sino para su dibujo táctico. Buscar un gol más que los rivales a veces no es suficiente. Allegri lo sabe, pero quiere arriesgar. Porque esta es la filosofía de Berlusconi.