La forma de llegar a la cima
Lo mejor que nos encontramos en nuestros viajes es a un amigo honrado. Afortunado el viajero que se encuentra muchos", escribió Robert Louis Stevenson. Y yo, después de unos cuantos viajes vividos ya, no puedo más que decir: amén. Las grandes montañas, como el Lohtse donde ahora me encuentro, propician muchas experiencias indelebles para la memoria, desde paisajes que sobrepasan la imaginación a peripecias que ponen a prueba tu temple. Momentos de plenitud y otros de dolor que te forjan el alma. Sin duda, entre las más placenteras se encuentra la oportunidad de convivir y aprender de compañeros excepcionales con los que te ha reunido una pasión común. La verdad es que aquí, en el campo base a los pies de la cara sur del Lohtse, he confirmado esta opinión una vez más gracias a mis tres compañeros de expedición. Los ratos en la tienda que hace de comedor y centro de reunión se me pasan volando entre charlas con Jordi Corominas, Jordi Tosas o Israel Blanco.
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La imponente figura del K-2 nos ronda comentando con Corominas su escalada de la Magic Line, la que es tenida por una de las vías más complejas de ascensión a la segunda montaña más alta de la Tierra. Corominas fue el primero en repetirla -haciendo, además, el último tramo en solitario-, dieciocho años después de que la abriese una expedición polaca. Jordi Tosas sabe muy bien lo que es enfrentarse en solitario a una gran montaña. Lo ha hecho en grandes paredes de los Alpes, en el Ártico o en el Campo de Hielo Sur de Chile y el Cerro Torre en Sudamérica. Y estos son sólo algunos ejemplos de una vida en la que, como él mismo dice, lo que más le llena es abrir puertas.
Lo que dice Israel Blanco es que ha venido al Lothse a aprender. Una actitud encomiable para quien es uno de los más brillantes escaladores en hielo y terreno mixto del mundo. Todos pensamos que nuestra vida es excepcional y digna de ser contada, pero la de Israel, creo que lo es objetivamente. Antes de convertirse en el brillante escalador que es y trabajar como guardia civil en una de sus afamadas unidades de rescate en el Pirineo, Israel ha sido actor y modelo. Y ahora se enfrenta a un nuevo reto: escalar su primer ochomil, y hacerlo en estilo alpino puro, es decir, sin cuerdas fijas ni ayuda de sherpas ni campos intermedios. Porque la forma de llegar a la cima es importante para estos tres excepcionales alpinistas con los que tengo la suerte de compartir el sueño del Lohtse.
