No era tan fiero, pero ganó
No era tan fiero como su nombre indica, pero era el Manchester United. Sobran las palabras con ello. Sobre el terreno de juego, el Manchester me resultó un equipo ganable, pero el Valencia tardó demasiado tiempo en decidirse a ir a por ellos. La lógica timidez y prudencia por el toro que había enfrente no acabó de hacer que el Valencia metiera la quinta para ir a por los de Ferguson. No les culpo por ello, porque insisto que delante estaba el United. Ellos tampoco lo tenían claro y parece que firmaban el empate; entendían como un buen resultado irse vivos de Mestalla sin perder. Y justo en el momento que Unai quiso dar el arreón final sacando a Aduriz y reforzando el medio campo con Fernandes, fue cuando el Manchester hizo de Manchester y el Chicharito Hernández cumplió a la perfección su papel de revulsivo. Un aguijonazo frío, como una puñalada, un balón fino que entró como un bisturí en la carne, se alojó en la espalda de César.
La Champions es así; jugando con los grandes es así. Mientras dudas sobre si rematar al equipazo que tienes delante, ellos te ganan el partido. Ayer otra oportunidad para el Chori Domínguez. No se podrá quejar el argentino, mientras Unai ya roza la incredulidad de muchos ante tanta oportunidad dada. A Domínguez hay que ganarlo para el grupo, pero él tiene que poner más efectividad (y suerte) para poder seguir haciéndose acreedor a la camiseta de titular. Le quedan pocos cartuchos. El Valencia empezó líder de grupo y terminó tercero. Así es esto. A levantarse.