Es muy fácil arbitrar al Atlético

No me gusta hablar de los árbitros, pero comienzo a estar mosqueado. En San Mamés, ni roja ni penalti por la entrada de Gurpegi al Kun Aguero. Ante el Barça, el codazo de Puyol a Reyes pasó desapercibido y ante el Zaragoza, el pésimo Muñiz Fernández expulsa al extremo atlético en una acción más que discutible. Tiene narices que le pase esto al segundo futbolista de la Liga que más faltas recibe. Si siguen por este camino me voy a subir al tren del Villarato. El Atlético es un conjunto chollo para los colegiados. Cualquier error que cometan parece que siempre lo van a perdonar. Los colchoneros tenemos nuestro corazón y pedimos un poco de justicia. Sánchez Arminio podría utilizar la mano izquierda a la hora de las designaciones para el equipo de Quique.

Es cierto que los profesionales deben tener la cabeza fría durante el partido, y que Reyes pudo evitar a Contini, que por cierto se dio un empacho de patadas contra el utrerano durante todo el encuentro, pero comprendo que en ocasiones cometas errores que pueden ser nocivos para el equipo. Hemos recuperado a Reyes y es una de las piezas básicas que han permitido un arranque liguero más que esperanzador. El problema a resolver es el fondo físico en los segundos tiempos. La fuerte preparación de la pretemporada para ganar la Supercopa de Europa está pasando factura. Son los picos que tienen controlados los técnicos y que motivan en ocasiones las rotaciones. La maquinaria se tiene que tomar su respiro. Este Atlético promete grandes empresas.