El viejo espíritu de Pitus Prat

Se olvida a menudo que el Espanyol también existe. Y no, esta no es otra diatriba antibarcelonista (aunque podría serlo). Lejos de Barcelona y de la Catalunya blanquiazul, donde los pericos, irreductibles frente a la propaganda blaugrana, sobreviven como los galos de Astérix y sin poción mágica, el Espanyol es el histórico menos valorado de nuestro fútbol. Cierto que no ha ganado ninguna Liga, pero es un club centenario, fundador del campeonato y protagonista de una bonita historia (trágica, eso sí) en Europa.

Qué pasa siempre que el sexto club en la clasificación histórica (dos años más en Primera que el Atlético de Madrid) visita el Bernabéu? Pues que aparece el tópico malintencionado de la entente perico-merengue. Hoy no, hoy toca romper ese cuento envenenado y, más allá de Di Stéfano, buscar otro crack que demuestre qué significa esta rivalidad: Pitus Prat, primer goleador en la historia de la Liga, un espanyolista que ayudó a derrotar al Real Madrid en la Copa de 1940 y que al día siguiente fichó por los blancos. Lo cortés no quita lo valiente, para que se enteren. Ya sabía yo que este artículo iba a acabar volviéndose contra el Barça.