Reapareció el mejor Alonso

A yer Ferrari y Fernando Alonso se comportaron en el circuito de Monza como obliga la historia de la Scuderia, sin piedad con nada ni nadie, con la rabia y la ambición de los número uno. El español hizo su cuarto hat-trick (victoria, mejor vuelta y pole); falló en la salida, pero supo reparar el error en la vuelta 37 con la colaboración de sus mecánicos, tras un cambio de neumáticos perfecto; hostigó a Button a un nivel de obcecación y tenacidad digna de un bicampeón del mundo que conduce un Ferrari y además complació a los tifosi al ganar en su primera aparición en Monza, el templo de la Scuderia, algo que hasta ahora sólo habían logrado Clay Regazzoni (1970), Jody Scheckter (1979) y Michael Schumacher (1996). Sensacional.

También gozó de la suerte que otros no tuvieron, sobre todo en la primera curva, cuando el insensato de Massa emuló al mismísimo De Cesaris (o 'Crasheris', el rey de los abandonos, 148) o el inconsciente de Hamilton, que parodió a Massa curvas después. Si además añadimos que los Red Bull interpretaron el papel de Ferrari en Spa, con un Vettel que parecía dirigido por el mismísimo Domenicali, y Webber, nuevo líder, atascado tras el increíble Hulkenberg, el tío que más rectos ha hecho en una chicane (tras verle no entiendo el drive trough de Alguersuari), parece que el Mundial aún es posible. ¿Los rivales? Hamilton y Webber, pero cuidado con Button, muy tranquilo y fuera de foco, puntuando siempre, como ganó en 2009, a lo Niki Lauda. A Vettel le veo muy despistado.