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Atrasa el reloj del fútbol argentino

Actualizado a

Público. Los jugadores españoles quisieron entrenarse en la Bombonera y jugaron (mal) en el Monumental. Varios periodistas criticaron (con razón) el estado de esos estadios. Todos admiraron el ambiente en el campo de River, con miles de personas que no van a la liga local. Son fans con dinero de Selección y van como si fueran a un teatro.

Dirigentes. Desde 2007, para evitar la violencia, los hinchas visitantes no pueden asistir a las divisiones de Ascenso. Julio Grondona recibió en la AFA a diez barras bravas porque los muchachos quieren que vuelvan 150 aficionados visitantes a cada encuentro. ¿Por qué ese número? Para manejar la reventa de entradas.

Barras. Rosario Central es un club gigante del interior y bajó a Segunda División. Desesperados, sus fanáticos no aguantan no ir cuando el Canalla juega de visitante. Pero van igual, y van con los dirigentes. En el último partido, se vio a un barra con un revólver en el estadio de Patronato de Paraná. "Todo pasa", dice siempre Grondona.

Relojitos. Hartos de que los partidos comenzaran tarde, la AFA decidió la expulsión de los entrenadores cuyos equipos no cumplieran con los horarios. El primero que sufrió esta medida fue el joven Luis Zubeldía, de Lanús. El último, Gustavo Alfaro, del líder Arsenal, quien dijo: "Esto es fútbol argentino, no suizo". En fin....