Primer aviso: nos falta físico
La derrota no es grave (mientras no insistamos, claro) e incluso podría servirnos para evitar a Estados Unidos hasta la final, pero en el camino empiezan a vislumbrarse ya tantas dificultades que mejor pensar en lo inmediato, no en la pugna por las medallas. Con diez atletas negros que saltan y defienden como panteras, Francia nos ha descubierto la primera fisura: nos falta físico. Esta selección gala nos recuerda al histórico Limoges de Boza Maljkovic que se proclamó campeón de Europa con táctica destructiva. Si no estás fino en ataque, te sacan del campo a pechazos.
Y España ha debutado en el Mundial de Turquía con día nefasto en el tiro (incluyendo los lanzamientos desde la línea de personal) y con progresivo amedrantamiento ante el músculo rival. Tampoco tuvimos esta vez al líder salvador. Era un día para Pau Gasol o José Manuel Calderón, nuestras dos grandes ausencias en tierras turcas, dos hombres capacitados para navegar en aguas de cachiporrazo, pero no estaban, ya sabemos. Y los que sí estaban, como Marc Gasol o Juan Carlos Navarro, no pudieron sacarnos del bache.
Lo dicho: mantenemos opciones máximas en el campeonato, pero también queda claro que defender el título es tarea de colosos. Mientras Francia nos bañaba en humildad, Serbia y Estados Unidos daban muestra de inmenso poderío, ante Angola y Croacia. El consuelo: un año atrás (Eurobasket) empezamos perdiendo y acabamos con el oro. ¡A repetir guión!