Todavía recuerdo que en mi juventud futbolera el Carranza siempre era el rey de los torneos veraniegos. Me viene a la memoria una final épica que se ganó al Barcelona y el sabor de la victoria siempre te daba ánimos para pensar que ese año la Liga podía ser colchonera. Los de Quique no se deben tomar a título de inventario este compromiso. El calendario que les espera a partir del 27 de agosto es más que exigente y las citas contra el Cádiz y el domingo contra Sevilla o Espanyol deben ser buenas pruebas de fuego para saber lo que nos espera. A mí lo que más me apetece ver es a los chavales como Joel, del que hablan maravillas, o el albaceteño Alberto Perea, que tan buena impresión, con golazo incluido, dio ante el Betis. También será una buena ocasión para que tanto Salvio como Diego Costa, si finalmente se queda, demuestren que el Kun y Forlán van a tener dura competencia.

Sería bonito ver una lucha contra el Sevilla, ya que junto a Valencia y Villarreal, se presume que debe ser los que pujen por la otra Liga, que empieza a partir del tercer puesto. El Atlético, con los refuerzos que ha hecho, está obligado a ser tercero el año que viene. Y tiene que estar a la espera de posibles regalos de Barcelona y Real Madrid. Junto a la más que segura llegada de Tiago, Cerezo y Gil Marín han cumplido en los despachos. Ahora es el momento de que los peloteros sigan en la línea del año pasado. El 28 de agosto es la cita en Neptuno para festejar la Supercopa ante el Inter.