Lo de Massa se nos ha desmadrado
Se ha liado la marimorena con lo sucedido en Hockenheim y, sinceramente, no estoy de acuerdo con casi nadie. Los que dan por buena la acción de Massa no tienen razón, el reglamento deja muy claro que dejarse adelantar es una trampa que tiene castigo, incluso más gordo que esos míseros 70.000 euros. Y ojito con que lo se avecina si damos por buena esta maniobra, porque como Button en Hungría tapone a Alonso para que gane Hamilton, o Webber se deje pasar en Abu Dhabi por Vettel para quitar el título al asturiano, los que han mirado el domingo para otro lado se van a tener que callar y aceptar como válida cualquier acción parecida. Y, por cierto, a todos esos que están rebuscando antiguas artimañas de McLaren, Hamilton (¡qué manía le tiene alguno!) y compañía para intentar justificar a Alonso, les recuerdo que la mayor trampa de la historia de la F-1, la madre de todas las trampas, la hizo Briatore con Renault cuando ordenó estrellarse a Piquet para que el español ganara en Singapur. Dejemos de hurgar en donde es mejor no hacerlo.
Pero tampoco estoy de acuerdo con los hipócritas que, trabajando en este circo, están exagerando la acción de Ferrari para arrojar a la FIA y Charlie Whiting contra Alonso en las próximas carreras, sobre todo cuando la mayoría de ellos tienen mucho que callar. En esto se han excedido en McLaren y Red Bull. Aceptemos el reglamento vigente, dejemos de echar mierda a la Fórmula 1 y a partir del 15 de noviembre veamos qué hacemos con las órdenes de equipo...