Fran Mérida tiene marcha. Ha llegado al Atleti con ganas de sacarse muchas espinas y de explotar como el gran jugador que es. Durante su estancia en el Arsenal ha tenido que vivir al amparo de los elogios hacia Cesc y aguantar a un Wenger que apenas le daba oportunidades. En su debut también ha coincidido que ve cumplido un sueño. Es atlético de toda la vida. Nació con el ADN colchonero en perfecta regla y ahora quiere convertirse en el cerebro del centro del campo que este equipo lleva buscando desde que se marchó Schuster. Mérida tampoco se olvida de la Selección. El centrocampista ha sido internacional en todas las categorías y sabe que Del Bosque es un especialista en dar oportunidades a la gente joven. Todavía se acuerda del tiempo que ha perdido desde que su amigo Fernando Torres le trajo a ver Madrid y él prefirió irse a la aventura del Arsenal.Mérida puede, debe y tiene que ser el engranaje en el equipo de Quique para surtir de balones a Kun, Forlán y Reyes, que en los últimos años se tenían que inventar goles de la nada. Encima, estará bien escoltado con gente como Rubén Pérez o Mario Suárez. El Atlético se está lavando la cara en la zona medular, que desde hace muchos años no ha existido. Si a ello unimos las posibles incorporaciones de Fanni y Filipe Luis se está formando un once atractivo. Ilusionante. Al que no hay que meterle presión, cuyo objetivo debe ser entrar en Champions y luchar por la Copa. Este Atlético me convence.