Contador, demasiado nervioso
Alberto Contador y su equipo están demasiado nerviosos. El Tour es muy largo y no se puede quemar la traca a las primeras de cambio. El Astaná dio una exhibición y si Contador hubiera ganado ahora diríamos que fue una estrategia perfecta. Pero Alberto no estaba fino y tenían que haberse dado cuenta de que el equipo de Andy Schleck estaba muy interesado en descartar rivales. El luxemburgués es peor contrarrelojista que Evans o Contador y por ello es el más interesado en sacar diferencias en la montaña. Diez segundos no es mucho, pero ya le tiene a 41 y no puede regalar más. El luxemburgués ha crecido mucho y será más difícil que el año pasado distanciarle en la montaña.
Parece mentira que Samuel Sánchez, un hombre con gran experiencia y estupenda visión de carrera, se haya comportado como un juvenil. Andy Schleck estaba luchando por meter tiempo a sus rivales, no por la etapa. Tenía que haber dejado que fuera él quien tirara. El asturiano es mucho más rápido que Andy Schleck, pero le pudo la ansiedad, se lo llevó a rueda y le regaló la victoria en la etapa.