Generaciones de oro

Generaciones de oro

Golden generation. La generación de oro, del fútbol inglés (sí, así han llamado a estos jugadores en su país - imagínense qué dirían si tuvieran a los de España), ha llegado a su fin. Nunca más ni Gerrard, ni Lampard, ni Terry, ni James, ni (cielos) Heskey tendrán la oportunidad de competir en un Mundial. Una pena para ellos, y para Inglaterra, tal vez, pero no para el mundo.

Técnico. No importa quién sea el entrenador, la Inglaterra que hemos visto desde el comienzo de este siglo, es falible. Juega como el Liverpool de Benítez en su peor versión. Incapaz de hilvanar tres pases seguidos, despliega un fútbol primitivo. Falla en el primer toque, en pases elementales. Inventaron el fútbol pero algo grave pasó en el camino.

La pena. La enorme pena de esto -la única pena- es que no tendremos la oportunidad de ver un soñado Argentina-Inglaterra en cuartos. Una cosa es ver a los alemanes destrozando a los ingleses; hubiera sido más entretenido ver al mejor jugador del mundo hundiendo a los ladrones de las Malvinas, y viendo al ex mejor jugador del mundo retorciéndose de felicidad.

El error. Del Bosque dijo que Inglaterra era su candidato para ganar. Esto es preocupante. Es una excelente persona y cuando habla de fútbol deja perlas de sabiduría. Esperemos que ese fallo no se extienda a su trabajo con España; que la generación de Xavi, Villa, Casillas y compañía sea la de oro de verdad.