La pelota es siempre redonda

¿Cuadrada? Nada como la Jabulani ha sido más golpeada aquí. Queja de muchos jugadores y varios partidos insoportables. Hace tres días, al final de una práctica de Argentina, un tal Maradona se les rió a todos en una sesión de tiros libres: metió 10 goles en 30 intentos. Hizo lo que quiso, como cuando no estaba rengo como ahora, con ese esférico que parece indomable.

Causas. ¿No será que las nuevas estrellas se estrellan por una técnica individual cada vez más raquítica y la pelota es una víctima ideal porque no habla? Tanto márketing y playStation atentan contra el trabajo de campo. Es triste dar con jugadores que, además, critican duro o hacen que no entienden la pregunta dependiendo de si la marca que los viste es la misma (o no) que la que fabrica la pelota.

En contra. En el fútbol nada dura más de mañana. Los fi nalistas del 2006 hoy se desangran entre el recambio del catenaccio y traiciones de vestuario. Italia deja de vacaciones a Totti y Del Piero, le falla Cannavaro y un penalti tiene que salvarlo ante los All White. ¿Los All qué? Podrían ser los All ¡ayyyy! Francia sucumbe con sus viejos coroneles, Anelka se va, hasta Sarkozy le pone pimienta y, de alguna manera, pagan la inescrupulosa mano de Henry.

El guía. Ajeno a todo y metido en todo, Messi puede dar una lección de control y manejo. Y podría pedirle a todos que se dejen de joder con la pelota y la jueguen. Que de eso se trata.