Pues sí: ya todos somos Messi

Messi. "¿Por qué no juega en la selección como en el Barça?" Hasta los loros se hacían esta pregunta en la Argentina. Ahora que el pequeño crack jugó aquí como juega allí sin un equipazo como el de Guardiola, la Real Academia de la Queja Patria Celeste y Blanca busca nuevas preguntas (en general incordiosas) para molestar al 10. Dejen de fastidiar a Leo porque miren que ya lo es.

Corona. Maradona lo mima. Más que nadie lo necesita para mostrar que el cargo no le queda desmesurado ni que esa corona que ostenta puede mancharse. En el arranque, Messi jugó 10 veces mejor que Argentina. Por cuestión de carisma y cuna, es difícil que llegue a ser como Diego en la Argentina, pero es su más cercana reencarnación.

Tutor. "No soy su padre", dijo Verón. Al verlo retraído y tímido, se le acercó en la Copa América 2007 y hoy es su tutor. Maradona, además, quiere que Verón sea el Xavi argentino y eso sería como pedirle cordura, templanza y otro poquito de cordura al propio Maradona.

Clon. De tanta expectativa que genera le salió una especie de clon. Más pausado y estratega, irreverente y descontracturado, Mesut Ozil no parece haber nacido en Alemania. En un partido, va a meter un enganche y va a descaderar a uno de esos tanques que tiene de compañeros. A Messi, varias veces le pasa algo parecido en su selección...