El Ferrari no acaba de convencer
Extraordinaria carrera la que hemos podido disfrutar en Canadá, un circuito que, como Mugello en las motos, siempre nos regala un extra de suspense y emoción. Tengo la impresión de que, después de lo que hemos visto ayer, el dominio aplastante de los Red Bull ha llegado a su fin, aunque con Adrian Newey y Christian Horner nunca se sabe. Y visto lo visto en el circuito Gilles Villeneuve, los que tienen que espabilar son los Ferrari. La pasada que le mete Hamilton a Alonso tiene mucho mérito por parte del inglés, pero, todo hay que decirlo, o el MP4-25 lleva un turbo o un KERS escondido o el F10 iba con el freno de mano echado... Y como me temo que ni lo uno ni lo otro, pues habrá que preguntarle a Stefano Domenicali sobre cuándo tiene previsto que el Ferrari ande como los Red Bull o los McLaren. Carlos Miquel nos comenta que habrá un gran cambio en el F10 en Valencia, así que tendremos que esperar al 27 de junio para ver si Domenicali está a la altura.
Mientras tanto, Fernando Alonso se va buscando la vida como puede (una muestra es su adelantamiento a Hamilton en la única parte del circuito que podía pasarle, la más lenta, el pit lane); Hamilton se pone al frente de un Mundial a base de una osadía y arrojo que me entusiasma, y Button, a la chita callando, como si nada, se mantiene a la espera de que los demás fallen como lo están haciendo los Red Bull, aunque nadie tiene la más mínima duda de que cuando Vettel y Webber no tienen problemas mecánicos, los RB6 son inalcanzables.