Mourinho podría ser el galáctico

Pero quién diablos es Martínez Sistach? Casi como en el chiste del señor Martínez y el Papa de Roma, nadie sabe ya quién es ese señor de blanco que el año pasado se colocó con toda su jeta al lado de Cristiano Ronaldo y Florentino Pérez para salir en la foto a cuenta de los dineros que maneja el fútbol moderno. De Ibrahimovic y el desembolso de su Barça, ni una palabra, por cierto. A Cristiano ni siquiera le ha hecho falta ganar un título para que aquellos que clamaban por el alto precio que pagó el Real Madrid por el futbolista, los 96 millones de marras, se enfrenten hoy a una reedición del mito de las cuentas del Gran Capitán, las que tuvo que rendir ante Fernando el Católico el capitán Gonzalo Fernández de Córdoba después de vencer en la guerra de Nápoles. Le habían reportado tantos territorios y tantos bienes al rey sus victorias que era ridículo que el monarca le pidiese explicaciones por lo que había gastado en la empresa. Lo del año pasado en Chamartín fue dinero bien invertido, al que le ha fallado un pequeño detalle con el que nadie contaba: el resto de las operaciones de entrada y salida, insuficientes para que el equipo triunfase.

Este año, reválida, pero sin Sneijder ni Robben para hacer caja, ni un Cristiano para epatar. Lo extraño del caso es que un presidente que siempre pensó que el éxito venía con los galácticos, crea ahora que los Maicon, Di María y Kolarov son los que van a resolver la papeleta. Por eso quedan solamente dos opciones: o Mourinho es definitivamente la estrella del club blanco, o hay otro crack en la recámara esperando. Eso, o Florentino Pérez ha cambiado tanto que ya no necesita ni las Cuentas del Gran Capitán.