No hay milagros y la crisis llega al fútbol este verano. El Atlético sabe que la tesorería no está para muchas alegrías. Por eso tiene que bajar las fichas y a la hora de las caras nuevas, armarse de infinita paciencia a la hora de negociar con Lendoiro o Torres por Filipe Luis y Pedro León. El intercambio de cromos es el principal reclamo a utilizar. Ya nadie está para tirar de talonario y éste es el principal motivo de la solidaridad en Primera para conseguir un reparto de los ingresos de la tele más equitativos.

Los que nunca fallan son los aficionados y la intención es tocarles lo mínimo el bolsillo. Por eso se han entregado en los buenos oficios de Peter Kenyon y Jorge Mendes para descubrir posibles inversores en el mercado asiático. Ya tienen cerrado la línea aérea de Dubai que va a poner nombre al nuevo estadio de la Peineta. Es el momento de utilizar la imaginación y buscar nuevas fuentes de financiación. La gran ventaja es el gran cartel que tiene Cerezo con el resto de sus compañeros y, si es necesario, avala personalmente los fichajes que permitan que el Atleti siga entre los diez equipos más importantes del mundo.