Alonso se redime con un carrerón

Ayer apelábamos a Santa Devota, una de las famosas curvas de Montecarlo, para que Alonso llegara a sumar algunos puntillos después de salir desde el pit lane. Y el milagro del circuito monegasco se ha producido, tanto que en ciertos compases de la carrera, la euforia me llevó a pensar que hasta el podio era posible. El asturiano erró en la calificación, pero redimió sus culpas con un carrerón con la marca de la casa: rápido, seguro, agresivo e inteligente. Todo ello apoyado en un coche que mima los neumáticos como ningún otro y una estrategia de Ferrari que parecía una quimera y se convirtió en una genialidad.

Suma así Alonso unos puntos que pueden resultar valiosísimos al final de la temporada. Sobre todo considerando que ganó el Red Bull que más convenía (al menos de momento, porque lo de Webber es para empezar a tenerlo en cuenta), Hamilton sólo pudo ser quinto y Button cedió su liderato de forma inesperada tras la avería de su McLaren. Es la justa recompensa a una actuación que reafirma el enorme talento de un piloto llamado a ser de nuevo campeón del mundo, le pese a quién le pese, que no deja de sorprender a su propio equipo y que nunca da una batalla por perdida. Lo que hizo ayer en Mónaco, no lo duden, está sólo al alcance de los elegidos...