Títulos y euros es una ecuación que siempre funciona en el fútbol. Cerezo y Gil Marín se santiguaban en octubre pensando en la ruina que se les venía encima: luchando en la zona de descenso y eliminados de la Champions. No es extraño que ahora respiren pensando que solamente arrojarán números rojos por valor de ocho millones y que se corresponden con los fichajes que se hicieron en diciembre. En el Atlético han llegado los tiempos de las vacas gordas.

Parece que no se quieren perder la cabeza por parte del Consejo y ya anuncian una reducción de treinta millones en el presupuesto ya que la intención es mantener a las estrellas Forlán, Agüero, Reyes, De Gea y Domínguez a cualquier precio. Los festejos que pueden continuar la próxima semana con la Copa del Rey son sensacionales, pero sería más positivo que se explique a la masa social la situación de la tesorería y no caer en aspiraciones fuera de lugar. Madrid y Barcelona cuadruplican las posibilidades colchoneras y seguir teniendo la Copa y Europa como los grandes objetivos será la filosofía desde agosto. El resto, será repetir los errores de la penosa última década.