Llorente sobre Emery: bla, bla, bla...

No recuerdo ni un apoyo público de Llorente hacia Unai desde hace mucho tiempo. Cuando ha hablado, sobre todo después de los partidos, ha sido confuso y perjudicado al entrenador. Tanto sus críticas veladas, como sus silencios, lo han debilitado. Ayer parece que quiso tirarle una mano pero terminó echándosela al cuello. Si quería apoyarlo ha hecho lo contrario: crear más evidencias de que no confía en él. Mejor hubiese estado calladito que hacer algo forzado que se nota mucho. Don Manuel anda bastante torpe y no sé si es la edad o el egocentrismo. Entre lo poco que se hace de respetar Unai y las pedradas de su presidente, el técnico se ha convertido en el muñeco de pim pam pum, en la distracción pública; que por cierto le viene muy bien a Llorente, Gómez y Gómez, para desviar la atención sobre la gestión de ellos.

Frases célebres de Llorente en el comunicado de (anti) apoyo: "A nivel personal tengo un gran respeto por el trabajo del entrenador y una relación fluida con él. Hablamos todos los días". Sólo faltaba que lo insulte y que ni se hable con él. "Primero está el club y luego los casos individuales. Hay que centrarse en lo que toca". Los fichajes de Ricardo Costa, Feghouli y el intento de Topal los ha hecho el espíritu santo. "Debo resaltar el mérito del equipo y cuerpo técnico por ser terceros a estas alturas ". ¡Un gran piropo! Llorente ha olvidado que es clave en fútbol y en Mercadona que un jefe de grupo se sienta fuerte y apoyado. Que no maree la perdiz: que se calle, lo apoye o lo eche.