Si los artistas no se remangan...
Gorosito apuesta por un esquema con dos extremos y dos tanques en ataque. El problema es que en defensa ninguno de los cuatro es reciclable. Los de arriba se anulan con un simple pase al lateral, donde deberían acudir a presionar los extremos, que se pasan el partido intercambiando sus posiciones. Pero los extremos xerecistas (Momo, en un estado de forma lamentable, y Orellana) están más pendientes de perseguir pelotazos que de perseguir laterales. Le costó entenderlo al Racing 20 minutos. Una vez Colsa organizó el cotarro en la medular, el Xerez se deshizo. Colsa, Diop y Arana tenían superioridad sobre Víctor Sánchez y Keita. Y encima llovía a cántaros; es decir, partido físico.
El primer gol llegó propiciado por un centro del lateral Crespo. En el segundo, un desbordado Víctor Sánchez vio como Bolado se descolgaba para recoger un balón e internarse en el área siendo zancadilleado claramente por Leandro. La superioridad táctica racinguista en la medular era manifesta. La física, incuestionable. Y viendo que los extremos no sumaban, ni en ataque, Víctor Sánchez se animó a asomarse al área de vez en cuando y batió de cabeza a Fabio Coltorti. El Xerez de Gorosito puede morir de éxito por defender a los que atacan. Elogiable, pero en Primera hasta el talento suda. Y en Jerez, sin embargo, ver a un artista remangarse sigue siendo una ordinariez.