Fermín Cacho, el más grande

Fermín Cacho inauguró la nueva pista del estadio de Montjuïc. La antigua había sufrido el deterioro del tiempo y ya no estaba como para recibir un campeonato de la talla de los Europeos, que se celebrarán en Barcelona este verano (26 de julio al 1 de agosto). Se ha cambiado el color rojo por el azul, y el tartán, por un conglomerado de goma polisoprénica y cargas minerales para hacer de esta pista la más rápida del mundo merced al mejor agarre de las zapatillas después de los estudios realizados por el doctor Mauro Testa en la universidad de Pavia. Que fuera Cacho quien inaugurara esta pista es justo. La tribuna principal lleva, además, su nombre. Cacho escribió en Montjuïc el 8 de agosto de 1992 una de las más bellas páginas del deporte español.

Ese día ganó la final olímpica de los 1.500 metros, considerada la prueba reina del atletismo porque engloba resistencia y velocidad, estrategia y táctica. Resistencia tuvo para terminar en 3:40 minutos; velocidad, para hacer 25 segundos en los últimos 200 metros; estrategia, para planificar la carrera y situarse en posiciones secundarias y así evitar el desgaste; táctica, para calcular con precisión el momento del ataque: Cacho vio el hueco dejado por Chesire, que se abría para taponar a Herold, y por ahí voló hacia la victoria. Después vinieron dos platas en los Mundiales, otra plata olímpica, un oro europeo, un bronce... Cacho se convirtió en nuestro más grande atleta. ¿Cómo no ser él quien inaugurase la pista donde este verano viviremos grandes momentos?