La Selección de baloncesto hizo su debut en un santuario sagrado del fútbol, el extinto Chamartín. Hace 75 años pocos españoles pasaban por el aro y era un deporte clandestino por la falta de instalaciones y de cultura para entender la magnificencia del mismo. Se jugaba al aire libre y si llovía o nevaba te fastidiabas, la pelota botaba como si fuese un melón y la táctica era "tú tira y métela". Tres cuartos de siglo después, La Roja es la envidia del mundo entero, nos consideran el mejor baloncesto fuera de la NBA y cada partido del equipo de Scariolo se convierte en un fenómeno social.

Así será el 22 de agosto, con motivo del España-EE UU. La Caja Mágica acogerá un amistoso que congregará a la jet-set de la capital y provocará que muchas familias incluyan esos días en su paquete turístico para pasar las vacaciones. Por cierto, me aseguran que el Madrid irá seguro la próxima temporada a la Caja Mágica. Una instalación que se transformará para ser exclusivamente de baloncesto, con pistas de entrenamiento y unas gradas que intimidarán al enemigo. El barrio de San Fermín se merece esta oportunidad. No olviden que el Madrid es y será el equipo del pueblo