Ya era hora. Hasta en los despachos nos consideran el mejor equipo de Madrid y ayer hubo fiesta en Alcorcón para presentar la Ciudad Deportiva colchonera que se va a convertir en uno de los museos obligados a visitar para dentro de tres años. A falta de mes y medio para cerrar la temporada por el Calderón el personal anda revuelto con las finales de Copa y Europa League y no es extraño que tras un año de vacaciones forzosas para La Cibeles y Neptuno, los responsables de la capital quieran convertir al Atlético en su banderín de enganche. Siempre suelen ir con los ganadores. Roncero es cuestión de ciclos y ya os vendrán nuevos tiempos.

El apartado más relevante de este proyecto es que se podrá ampliar el gran trabajo que se viene realizando con Amorrortu en la cantera. Once campos de hierba y una residencia para las promesas que vengan de fuera puede provocar que saquemos estrellas como Torres o De Gea. Nos miramos y sentimos envidia del Barça con sus Víctor Valdés, Piqué, Puyol, Sergio Busquets, Xavi, Iniesta, Pedro o Messi. No nos gusta la política del talonario y los galácticos. Enrique Cerezo sabe cuál es el camino que se tiene que seguir. Incluso sigue con la idea, siempre que tenga los recursos económicos necesarios, de recuperar viejas selecciones como la histórica de balonmano. Borja, Koke, Keko, Pulido, Rubén Pérez, Molino, Ibrahima y Cedric hacen que nuestro futuro apunte a luchar entre los grandes.