Un test de presente y de futuro
Noveno clásico de la temporada, con marcador 7-1 para el Barça. Esta vez no hay nada vital en juego, así que el interés del choque hay que buscarlo en factores externos. Al Barça le encantaría relajarse, pero no lo hará por la coincidencia con el partido de fútbol. Si Messi da otra alegría a la parroquia culé, los chicos del basket no querrán ser menos. Para los jugadores madridistas el encuentro es un doble test: de presente y de futuro. Les interesa demostrar que tienen opciones este año para el título de Liga y que tienen nivel suficiente para seguir en la plantilla la campaña próxima.
El Real Madrid y Ettore Messina quieren títulos. Y dado que el Barça es el dominador, la referencia, el que define dónde está el listón, los retoques en la formación blanca se harán en función del gran oponente. Messina tiene claros ya dos conceptos: necesita un pívot atlético y grande para poder batallar en el juego interior con Boniface Ndong y Fran Vázquez (y para liberar de marcajes al croata Ante Tomic) y necesita un encestador nato para compensar los desequilibrios que generan Juan Carlos Navarro y Pete Mickeal.
Este último refuerzo llegará la semana próxima a Madrid: Morris Almond, que reemplazará al lituano Rimantas Kaukenas. El '5' poderoso está por definir. Todo eso, claro, junto a las pujas por dos españoles NBA como Rudy Fernández y Sergio Rodríguez, que ya están en marcha.