Suspenso madridista
Para que no se me olvide, una cosa por delante: Vistalegre no falló. Hay que dar la enhorabuena al público madridista y al recinto de Carabanchel, que apoyó de manera ejemplar al Real Madrid y tuvo un comportamiento también modélico, pese a su rechazo por los arbitrajes. Mencionado eso, pasemos a la pregunta del millón: ¿Hay que hablar ya de fracaso en la temporada madridista? Queda el título de Liga por decidir pero pienso que, en gran medida, el proyecto Maceiras-Messina ha empezado con el pie izquierdo. Este equipo se construyó básicamente para devolver al Madrid a la élite internacional. No lo han conseguido. Serán ya 14 años fuera de la Final Four. Como consuelo queda la perspectiva de buena formación en el futuro cercano con talentos jóvenes como Tomic, Llull y Velickovic, pero ésa es otra historia. En esta eliminatoria, el Real Madrid ha caído dignamente frente al Barça, que era claramente superior.
El fallo auténtico, por tanto, quizá estuvo en la derrota en casa contra el Maccabi que obligó al cruce entre españoles. Por tercera vez el Barça ha ejercido de verdugo blanco: Supercopa, Copa del Rey y Euroliga. Pascual tiene ya en sus manos un equipo consolidado con el premio extra de un killer como Navarro, determinante en choques equilibrados. El Madrid aún está en construcción. Puede lograr grandes éxitos, pero insisto: este año difícilmente salvará el suspenso.