Llegó por aquí en el verano de 2005 con la ilusión de un niño y el cuerpo de un hombre. Era un chaval ingenuo y tímido, como revela esta anécdota acontecida dos meses antes de firmar su contrato junto a Florentino en el despacho oval del Bernabéu. El cantaor José Mercé se encontraba comiendo en el VIPS situado junto al Sánchez Pizjuán. En ese momento se le acercó un joven con perfil de atleta que le dijo casi susurrando por la vergüenza: "Señor Mercé, ¿me podría firmar usted un autógrafo?". El genial intérprete de la emotiva versión flamenca del Hala Madrid le miró y le sacó los colores: "Pero si tú eres Sergio Ramos. El autógrafo te lo debería pedir yo a ti". Una vez roto el hielo, el multiusos de Pellegrini le confesó a su ídolo de los escenarios que soñaba con firmar pronto por el Madrid: "Don José, el único problema es que Del Nido no está muy por la labor...".

Para fortuna de Sergio, Florentino y Del Nido siempre tuvieron una magnífica relación y sellaron el traspaso más caro y sonado por un jugador de sólo 19 años. La grada de Nervión no se lo perdonó al chico nunca, algo que jamás entenderé. Fue un acuerdo entre clubes y no un pago de cláusula, el Sevilla llenó la caja y Ramos siempre habló maravillas de la casa que dejaba...

H oy cumple 24 años consolidado como cuarto capitán (le preceden Raúl, Guti y Casillas) y como baluarte de una defensa que ha recuperado el crédito pese a la baja dolorosa de Pepe. Ramos es ahora un cañón de dos o de cuatro. De hecho, en el corazón de Manhattan, en la sede de la Peña New York City, corearon su nombre mientras veían el derbi por la televisión. Sergio, ya eres un jugador universal. ¡Feliz cumpleaños, máquina!