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La Cofradía del Clavo Ardiendo

Jerez, perfumada ya por el incienso nazareno, recibió ayer a un Valladolid con olor a podrido. Su imagen destartalada quedó retratada en un detalle: penalti y roja al portero. Y con 2-0 abajo y los cambios realizados, sitúa de portero Medunjanin, a quien Onésimo sacó como revulsivo ofensivo. Con ello tiró la toalla y quién sabe si algo más. Sospecha uno desde la distancia que Mendilibar era quien más y mejor exprimía a esta deficitaria plantilla. Ahora el Valladolid es un equipo bizcochón atrás, obtuso en el medio y romo arriba. Una grotesca caricatura.

Enfrente emergió un Xerez competitivo. "Para nosotros es la final del Mundial", dijo Gorosito horas antes. Lástima para el xerecismo que el Valencia no justificara en Zaragoza su favoritismo. Este desahuciado Xerez surge ahora sembrando el pánico en el manirroto Zaragoza, Tenerife, Valladolid o Racing. El Xerez mira con recelo a los maños, pero el duelo en Chapín es tarde, demasiado quizás: 9 de mayo, en la jornada 37. El 0-0 de la ida pone en juego el average. Antes, debe enjugarle cuatro puntitos. Es difícil, pero ha ganado a Málaga, Tenerife, Valladolid y metido mano al Sevilla. Es Semana Santa en el penitente Jerez, una buena época para que Pipo recupere la Cofradía del Clavo Ardiendo.