Emerge el Real Madrid
Esta vez el último cuarto no fue fatídico para el Real Madrid. Lo fue en sus choques anteriores contra Maccabi y el propio Barça, pero al fin Messina ha encontrado la fórmula para que los méritos cosechados en los tres primeros periodos no se dilapiden en el último. Empate en la serie, lo que es buena noticia para el baloncesto, ya que desaparece el presagio de un paseo militar azulgrana. A estas alturas todos sabemos que la fórmula para ganar al Barcelona es dejarle en menos de 70 puntos, pero no resulta sencillo hacerlo. En esta ocasión el Madrid lo consiguió porque empleó una rotación de jugadores mayor que en partidos precedentes y casi todos sumaron, sobre todo en defensa.
La segunda gran clave del choque estuvo en que el Madrid, por fin, ha encontrado un baluarte en su juego interior. El joven Ante Tomic fue determinante en ambas zonas y contó con buena ayuda de Reyes y Lavrinovic. En definitiva el Madrid ganó con el arma favorita del Barcelona hasta el momento: solidez defensiva y equilibrio en su juego, con buen balance entre juego interior y exterior. El Barça en cambio nunca logró meterse en el partido. Fracasó su perímetro (Navarro una canasta en nueve intentos) y sólo Lorbek mostró peligro entre los pívots. La baja por lesión de Morris se notó en exceso. La victoria del martes en el primer asalto hizo relajarse mucho a los azulgrana. En Vistalegre pasión a tope.