Barça-Real: batalla de rotaciones

Emerge Reyes, se desvanece Velickovic. Aparece Kaukenas, se hunde Bullock. Gana minutos Hansen, los pierde Vidal. Progresa Tomic, retrocede Lavrinovic... Insisto en lo que ya he dicho en alguna ocasión: veo a Messina como un malabarista que no logra mantener todos los bolos necesarios en el aire. O, dicho en argot deportivo, sólo controla, de momento, una rotación de siete u ocho jugadores. En el Barcelona, en cambio, el mago Pascual maneja sin problemas una rotación de hasta once jugadores, con Barton y Jordi Trías en la recámara.

Naturalmente, esto es un factor de gran importancia en un intenso playoff al mejor de cinco partidos. Favoritismo azulgrana, al margen, estamos ante un duelo de dos formidables escuadras. En vez de estar en juego un billete para la Final Four de París, podría tratarse, sin desdoro, de la batalla final por el título. En el primer asalto, el Barcelona acusó los nervios en ataque, pero le salvó su solidez en defensa y la superioridad en las posiciones de tres y cinco. En el segundo choque, con un triunfo en el zurrón y menos tensión emocional, el Barça será todavía más temible para el Real Madrid, donde hay muchos veteranos que pueden acusar el esfuerzo reciente. Messina y sus hombres, de cualquier modo, necesitan ganar como sea el segundo partido si quieren mantener esperanzas serias de clasificación. De otro modo, el Barcelona sentenciará en Vistalegre donde ya ha mostrado, también, una neta superioridad.